LA IMPORTANCIA DE LOS TRATAMIENTOS DE APOYO

Con este término se entienden todos los tratamientos dirigidos a mejorar los síntomas y a prevenir complicaciones que producirían un empeoramiento más de la calidad de vida del paciente.

Estas intervenciones de apoyo pueden comprender:

  1. Los clásicos tratamientos médicos internistas de apoyo. Por ejemplo, la terapia del dolor, el apoyo a la nutrición, la hidratación, la sedación, el uso de transfusiones y la eliminación del líquido del peritoneo o pleural para aliviar los síntomas que producen estas complicaciones.
  2. la cirugía. Por ejemplo, bypass intestinales en pacientes con suboclusiones intestinales para evitar la oclusión, una condición terminal de las peores; o bien operaciones ortopédicas o neuroquirúrgicas para metástasis de huesos muy sintomáticas (dolor).
  3. Procedimientos de radiología, gastroenterología o neumonía intervencionista. Por ejemplo, la pleurodesis con talco en caso de derrame pleural para cánceres de pulmón evita que se forme el líquido pleural que no permite al paciente respirar bien; la colocación de stent (una malla de forma tubular) en las vías biliares o urinarias evita las obstrucciones por nódulos tumorales que están creciendo y que comprometen el funcionamiento del hígado y del riñón, la desobstrucción con láser de masas tumorales en los bronquios gruesos mejora la dolorosísima insuficiencia respiratoria y la tos provocada por cánceres de pulmón.

Todas estas estrategias paliativas pueden utilizarse naturalmente mucho antes de la fase terminal, en concomitancia con las terapias contra el cáncer.

A veces, operaciones de cirugía paliativa o de radiología intervencionista resuelven situaciones críticas y el enfermo «vuelve a ponerse en discusión…», es decir, puede intentar otros tratamientos antineoplásicos gracias a estas intervenciones «de rescate».

Pero cuando se han agotado las posibilidades de detener el tumor con cuidados específicos, recurrir a estos procedimientos invasivos de apoyo necesita de una distinción más.

  1. Para los tratamientos de apoyo del médico internista no existen restricciones: usarlas siempre y de todas formas cuando sirven, incluso cuando quedan pocas horas de vida.
  2. Para las técnicas intervencionistas, por el contrario (procedimientos invasivos, a menudo dolorosos), que llevan además la carga de posibles complicaciones, hay que preguntarse siempre si vale la pena emprender la maniobra. Existen directrices específicas sobre el uso de las técnicas invasivas en el entorno paliativo, pero la decisión resulta con todo muy difícil, por el problema del ensañamiento terapéutico (LOS TRATAMIENTOS CONTRA EL CÁNCER YA NO FUNCIONAN).

Calma, sabiduría, experiencia y alianza terapéutica entre el médico, el paciente y los familiares se encuentran a la base de la decisión mejor en estos casos tan trágicos y difíciles.

Mapa del sitio

Para garantizarle una mejor experiencia de nuestro sitio web utilizamos cookies. Para obtener más detalles o para administrar el consentimiento, haga clic aquí.