La expresión «le acaban de encontrar un tumor» puede referirse a tres condiciones generales en las que se puede hallar un paciente:
1. Todos los casos empiezan por la sospecha diagnóstica, es decir, cuando se teme, pero no se está seguros de la presencia de un tumor.
Por ejemplo, al detectar un nódulo mamario. Una mujer ansiosa puede referir esta condición como «acabo de encontrar un tumor en el pecho y estoy muy preocupada». En realidad, aunque el ansia está sin duda justificado, esto no significa absolutamente que el nódulo sea maligno. Podría muy bien ser benigno (quistes). Esta es, pues, la fase de «solo» la sospecha diagnóstica, a la que seguirán controles para llegar al diagnóstico.
Cuando la sospecha es bastante fuerte, hay que hacer una biopsia, es decir, tomar un trocito de la lesión de la que se tiene sospecha, dando casi siempre la confirmación del diagnóstico en un sentido (positivo = tumor) o el rechazo (negativo = ausencia de tumor).
Los trocitos de la biopsia se analizan a microscopio y para hacer esto se necesita tiempo, a veces incluso una o dos semanas o más, de manera que la expresión «le acaban de encontrar un cáncer» puede incluso aplicarse al periodo de espera entre la ejecución de la biopsia y la entrega del resultado del patólogo (es el médico que observa la preparación con el microscopio y lleva a cabo el diagnóstico).
Cuando se ha realizado el diagnóstico, hay que excluir que la enfermedad se haya diseminado a otros órganos y esto se lleva a cabo a través de pruebas instrumentales llamadas de estadificación (TAC, PET, resonancias y ecografías, entre otras).
2. La misma expresión «le acaban de encontrar un tumor» puede utilizarse también para indicar la situación en la que el tumor diagnosticado y estadiado se ha eliminado completamente por medio de cirugía. Esta es, en general, una condición favorable. De hecho, lo esencial para la posible cura ya se ha hecho: la cirugía llamada radical, es decir, la eliminación completa de todo el cáncer.
El paso siguiente a los anteriores, tras la extirpación quirúrgica, es entender si conviene realizar tratamientos para prevenir posibles recaídas o no. En general, estos tratamientos o terapias, que se llaman «adyuvantes» (porque ayudan a la cirugía a favorecer la cura del enfermo), se prescriben cuando el riesgo de recaer es consistente, es decir, que el tumor se puede volver a formar. Ninguno de estos tratamientos da nunca la garantía de eliminar completamente el riesgo de recaída, pero lo puede reducir incluso mucho.
Por tanto,
Estas evaluaciones son muy delicadas y subjetivas porque algunos de nosotros juzgamos beneficios del 1-3 % irrenunciables, otros no entienden ni siquiera porque se habla de ello, siendo evidente para ellos que ese beneficio es demasiado bajo para justificar terapias tóxicas y molestas.
3. Por fin, no siempre es posible eliminar el cáncer una vez diagnosticado. Depende del estadio de la enfermedad. A veces, este puede estar ya muy avanzado desde el principio y esto lo hace incurable desde el primer momento. Para algunos tumores muy agresivos (por ejemplo, el de páncreas), esta desafortunada eventualidad (la diseminación precoz de las metástasis en varios órganos) puede desarrollarse tan rápidamente que domina la incredulidad: «¿cómo es posible que se haya precipitado todo, cuando hasta hace pocas semanas el paciente estaba perfectamente bien?». Y sin embargo, lamentablemente, esto es posible.
Este sitio está hecho para que pueda encontrar las respuestas que busca a través de gráficos que se muestran mucho mejor en pantallas completas que en teléfonos inteligentes.
YouTumor un proyecto de Alberto Sobrero
C.F SBRLRT53M26D969F
info@youtumor.org
© All rights reserved
Privacy Policy | Cookie Policy
Powered by AppFactory
Síguenos en
Para garantizarle una mejor experiencia de nuestro sitio web utilizamos cookies. Para obtener más detalles o para administrar el consentimiento, haga clic aquí.