En el momento en el que se descubren las metástasis, se puede solo saber que la situación se ha vuelto preocupante puesto que la curación en general ya no es posible. Pero no se puede saber cómo evolucionará la enfermedad desde ese momento en adelante, FIGURA 24.

- A veces, raramente, la enfermedad asume un curso «fulminante»: 1-2 meses y el paciente se encuentra en condiciones terminales.
- Muy a menudo, la enfermedad avanza por periodos de 1-5 años antes de llegar a la fase más avanzada, cuando los tratamientos ya no funcionan.
- Otras veces, la enfermedad sigue un curso poco agresivo y el paciente está aún muy bien 5-8 años después del diagnóstico, con poca enfermedad y con un horizonte relativamente sereno ante sí.
- Por fin, existe también la posibilidad de la respuesta completa (es decir, la desaparición progresiva del tumor que se ha tratado con tratamientos que han resultado muy eficaces en ese caso); lamentablemente, incluso en estos casos, la enfermedad reanuda normalmente después de un cierto tiempo, pero algunas raras veces, la enfermedad no vuelve a recaer y después de unos años se puede hablar de curación.
La FIGURA 24 describe los distintos posibles cursos de la enfermedad. Al inicio de la fase metastásica, desequilibrarse pronunciando sentencias que conllevan previsiones de vida de pocos meses es, por tanto, un error como también lanzar suposiciones optimistas desmedidas. No se puede estar seguros de nada sin la prueba del tiempo, es decir, de cómo evoluciona la enfermedad durante los primeros meses del tratamiento.
Existen sitios en línea (https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/cancer/in-depth/cancer/art-20044517; https://www.mskcc.org/nomograms/) que permiten estimar cuánto tiempo ha quedado, que se basan en medias que derivan de amplias casuísticas, pero la aplicabilidad de estas medias a cada caso individual en cuestión presenta el problema habitual de las medias: media 50, pero el caso puede tener 1 o 100…es evidente que la media ayuda poco.