Cada uno de los métodos de estadificación descritos presenta problemas y límites.
Efectivamente, si hay metástasis, podrían ser tan pequeñas que ninguna de estas pruebas las puede detectar. Es el caso de los nódulos por debajo de los 0,5-1 cm cuyo tamaño está por debajo del que puede revelar la imagenología. Por el momento, lamentablemente, este problema no se puede resolver, FIGURA 2.
Además, cada uno de esto métodos puede presentar también el problema opuesto: mostrar lesiones sospechosas sin que estas sean verdaderamente metástasis. Esta condición se llama «falso positivo». Esto provoca mucha aprensión, justificada, en el paciente y en el médico. Dependiendo del lugar y de las características de estos controles, el especialista puede evaluar el grado de sospecha y si se trata verdaderamente de metástasis o no. Por tanto, tiene que decidir si profundizar los estudios con otras pruebas y eventualmente recurrir a otras biopsias o simplemente tranquilizar al paciente.
La evidencia de angiomas en el hígado, adenomas en la glándula suprarrenal o micronódulos en el pulmón son ejemplos de condiciones benignas frecuentes que no constituyen un peligro, pero son con todo fuente de preocupación ya que pueden tener características radiológicas muy similares a las metástasis.