LOS LÍMITES DE LAS PRUEBAS DE ESTADIFICACIÓN

Cada uno de los métodos de estadificación descritos presenta problemas y límites.

Efectivamente, si hay metástasis, podrían ser tan pequeñas que ninguna de estas pruebas las puede detectar. Es el caso de los nódulos por debajo de los 0,5-1 cm cuyo tamaño está por debajo del que puede revelar la imagenología. Por el momento, lamentablemente, este problema no se puede resolver, FIGURA 2.

FIG.2 Posibles resultados de la estadificación de un cáncer: las metástasis pueden ser microscópicas y por eso no verse en las pruebas comunes de imagen Fig. 2 Tres son los resultados posibles de la estadificación de un cáncer, es decir, la búsqueda de la difusión por otros órganos.
En el primer caso, la estadificación es negativa, es decir, no se encuentra nada en los distintos órganos que se han explorado por medio de la TAC/PET, resonancias y otras pruebas porque en realidad el tumor primitivo no se ha difundido a distancia. Por ello, el paciente se ha curado cuando se ha eliminado el tumor primitivo con la cirugía.
En el segundo caso, la estadificación es negativa porque no se ha encontrado nada en los distintos órganos que se han explorado, pero en realidad hay metástasis microscópicas que aún no se pueden ver porque la TAC, la PET y las resonancias, entre otras pruebas, difícilmente alcanzan a ver nódulos menores de 0,5-1 cm. Y esto es lo que marca la línea punteada en la figura. Lamentablemente, en este caso, aunque el tumor primitivo se elimine con la cirugía, habrá una recaída que será evidente solo cuando las metástasis microscópicas crezcan a un tamaño mayor de 1 cm.
En el tercer caso, el de las metástasis visibles, la enfermedad se ha difundido ya por los distintos órganos en el momento del diagnóstico porque las metástasis han crecido al mismo tiempo que el cáncer haciendo inútil la cirugía.

Además, cada uno de esto métodos puede presentar también el problema opuesto: mostrar lesiones sospechosas sin que estas sean verdaderamente metástasis. Esta condición se llama «falso positivo». Esto provoca mucha aprensión, justificada, en el paciente y en el médico. Dependiendo del lugar y de las características de estos controles, el especialista puede evaluar el grado de sospecha y si se trata verdaderamente de metástasis o no. Por tanto, tiene que decidir si profundizar los estudios con otras pruebas y eventualmente recurrir a otras biopsias o simplemente tranquilizar al paciente.

La evidencia de angiomas en el hígado, adenomas en la glándula suprarrenal o micronódulos en el pulmón son ejemplos de condiciones benignas frecuentes que no constituyen un peligro, pero son con todo fuente de preocupación ya que pueden tener características radiológicas muy similares a las metástasis.

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