FASE AVANZADA: ¿Y SI PROBARA UNA TERAPIA EXPERIMENTAL?

Un medicamento se denomina experimental si su eficacia es aún incierta y, por tanto, está disponible solo en algunos centros especializados donde se estudia según protocolos de investigación que seleccionan las condiciones particulares de los pacientes a los que se puede administrar. Por tanto, un medicamento experimental no puede administrarse a todos los pacientes que lo solicitan.

Las terapias experimentales reservadas a la fase adyuvante son en general, por su parte, en general, limitadas (¿SE HA PROPUESTO UNA TERAPIA ADYUVANTE EXPERIMENTAL?), aquellas para la fase avanzada de la enfermedad son muy numerosas.

Adherir a una experimentación cuando se está en la fase avanzada de la enfermedad es siempre una elección que hay que tener en cuenta. Efectivamente, la curación es un acontecimiento excepcional durante la fase avanzada; por consiguiente, la gravedad de la situación domina todas las consideraciones. Si un centro ofrece una experimentación sobre medicamentos innovadores que han dado ya buenos resultados, participar en ella es una elección óptima.

Los problemas prácticos que el paciente y sus seres queridos pueden encontrar frente a la posibilidad de entrar en un ensayo clínico experimental durante las fases avanzadas de los tumores pueden resumirse de la siguiente manera:

1.¿La experimentación es apropiada a las condiciones del paciente?

Las experimentaciones tienen criterios de entrada normalmente muy estrictos. Por ejemplo, existen experimentaciones solo para pacientes que no hayan realizado aún ningún tratamiento para la fase avanzada (experimentaciones en primera línea de tratamiento). Otras para pacientes que ya han realizado y fracasado la primera línea de tratamiento. Y dentro de este requisito pueden aceptarse solo pacientes que han fracasado la primera línea de tratamiento a base de la combinación X en vez de la combinación Y.

Por tanto, puede suceder que, pese a la voluntad del paciente de participar a una cierta experimentación, esta no sea posible ya que no se satisfacen los criterios de «entrada» a la experimentación.

2. ¿Y un estudio aleatorizado?

Aleatorizado significa que, una vez aceptados en la experimentación, el tipo de tratamiento se extrae al azar entre dos tratamientos (…«¿al azar?»…; sí, ¡al azar!): el estándar (que, en realidad, no tiene nada de experimental y sería el tratamiento indicado fuera de la experimentación) y el experimental, es decir, con el medicamento nuevo.

No es fácil entender por qué la asignación al tratamiento experimental nuevo o al antiguo tenga que suceder al azar. Sin embargo, el único modo válido y científico para probar que el tratamiento nuevo es mejor que el estándar es no dejar la selección de los enfermos al médico, sino dejarla al azar. En caso contrario, podría suceder que el médico asigne un tratamiento nuevo experimental a todos los pacientes en condiciones mejores y el tratamiento estándar a aquellos en condiciones menos buenas. El nuevo tratamiento resultaría mejor que el antiguo, pero esto podría deberse solo a las condiciones iniciales mejores de los pacientes.

 La aleatorización es muy frustrante: el paciente tiene una probabilidad de cada dos de tener el nuevo medicamento; por lo que el otro 50 % participa a la experimentación, pero en realidad no hace nada de experimental. A pesar de ello, hay con todo dos posibles ventajas en participar a la experimentación aleatorizada, incluso si no se recibe el tratamiento experimental.

  1. Puede haber el CROSSOVER (cruzado): en el momento en el que el tratamiento estándar ya no funciona, algunos estudios experimentales permiten la administración del medicamento experimental a quien no lo ha recibido porque ha sido aleatorizado a recibir el tratamiento estándar. Esto no es posible si el paciente ha recibido el tratamiento estándar fuera del ensayo clínico.
  2. Si no hay cruzado, pero el tratamiento se demuestra más eficaz que el estándar durante el estudio, el hecho de haber participado a la experimentación (sin haber recibido el medicamento nuevo) permite recibir el medicamento experimental antes de que éste se encuentre disponible para todos, es decir, antes de que sea aprobado y registrado por las autoridades reguladoras (a menudo, estos pasos burocráticos precisan de muchos meses).

3. Si el estudio no se ha aleatorizado, ¿el medicamento experimental se da a todos los pacientes del estudio?

En las llamadas fases 2 de experimentación, el medicamento experimental se proporciona a todos los pacientes del estudio. Esta parece la fórmula mejor para una experimentación. En realidad, también aquí hay un problema: no existe aún la suficiente certeza de que el medicamento nuevo funcione mejor que los disponibles ya que el medicamento se ha estudiado en pocos pacientes hasta ese momento.

El estudio en cuestión tiene el propósito de determinar la eficacia sobre un número mayor de pacientes. Cuando se ha generado este dato, si resulta positivo, se pasará a la experimentación aleatorizada, de comparación con los tratamientos estándares.

Por tanto, la ventaja de participar en un estudio de fase 2 es que todos los pacientes reciben el medicamento nuevo; la desventaja está en que las pruebas de eficacia disponibles en ese momento son pocas.

 

4. ¿Son necesarias pruebas adicionales para entrar en la experimentación?

Las nuevas terapias biológicas de diana molecular funcionan solo si hay una diana a la que apuntar. Por tanto, determinar la presencia o no de la diana es esencial. Y esto se obtiene a través de pruebas moleculares sobre muestras tumorales. Para esto puede utilizarse el tumor extirpado o sobre el que se ha hecho la biopsia en pasado pero, cada vez más, las experimentaciones punteras requieren nuevas biopsias (NORMALMENTE, LA BIOPSIA DA LA CERTEZA). Obtener muestras de biopsia nuevas cuesta dolor, molestias y más ansias. Es importante discutir de ello abiertamente con el médico de confianza. En general, para muchos estudios bien organizados con medicamentos muy prometedores, puede valer verdaderamente la pena someterse a estos procedimientos de más.

 

Al final de esta serie de problemas relacionados con la experimentación clínica, parece que todas estas complicaciones (biopsias y tomas de más, exclusión de estudios «salvo que no haya esta o aquella característica», etc.) reflejan una cierta sensibilidad por parte de los médicos experimentadores con respecto a pacientes que buscan desesperadamente algo que probar para su condición. No es así. Lamentablemente, para probar de manera rigurosa la eficacia clínica de un tratamiento nuevo es preciso ser rigurosos. Por el momento, no hay métodos mejores para estudiar los medicamentos nuevos.

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