Todos los pacientes de las unidades de oncología pueden distinguirse en curables e incurables. Salvo excepciones, esta distinción tan neta se basa en el estadio de la enfermedad, es decir, en el grado de avance local y de diseminación a distancia.
En la estadificación clásica de 4 niveles, los pacientes en el estadio 1, 2, 3 son curables; los del estadio 4, generalmente, no. Estadio 4 significa presencia de metástasis a distancia o una situación tan avanzada que no se puede extirpar con la cirugía.
Gracias a los éxitos de los tratamientos innovadores en combinación con las clásicas, esta distinción cruda y dramática de los pacientes en dos grupos (curables e incurables) está volviéndose cada vez más difuminada, afortunadamente. Efectivamente, un número cada vez mayor de pacientes, que se consideraban incurables sobre la base de la distinción clásica, están vivos ahora y en buenas condiciones después de tres, cinco o siete años del diagnóstico.
Está claro, pues, que está surgiendo una clase intermedia de pacientes entre las dos categorías curables/incurables en los que la enfermedad permanece bloqueada por periodos tan largos (muchos años) que hace esperar en la curación incluso si al principio de la enfermedad se presentaba ya con muchas metástasis en distintos órganos, FIGURA 4.
Esta tercera clase de pacientes amplía enormemente la esperanza de vida de todos los pacientes que se encuentran en fase metastásica avanzada.