¿NO SE PODÍA DESCUBRIR ANTES?

SÍ, claro, siempre es posible «descubrirlo antes».

Pero la anticipación sería con todo muy limitada, por lo que tendría poco impactosobre las probabilidades de curación. Para entender bien este concepto, hay que remitirse a la sección anterior:  ( ¿DESDE HACE CUÁNTO HAY CÁNCER?).

Efectivamente, en el caso de que se haya descubierto el cáncer porque, a pesar de que no produzca ningún trastorno, se ha vuelto palpable o visible, como sucede en los cánceres de mama, en los nódulos linfáticos o en los nódulos pulmonares de 1 o 2 centímetros, anticipar su diagnóstico a cuando el nódulo era de 0.5 o 1 centímetro (antes no se puede porque no habría sido palpable o visible, de todas formas) significa anticipar de unos tres meses sobre una enfermedad presente desde hace 10-20 años. Por tanto, muy poco, con poco impacto sobre las posibilidades de que la enfermedad haya diseminado metástasis responsables de la incurabilidad del tumor solo en este último periodo.

En el caso de que el tumor se haya descubierto porque ha provocado síntomas, es sin duda comprensible sentir pesar por no haber ido al médico antes, o bien la reivindicación contra el médico «…por qué no me has recetado los análisis antes…». Descubrir un cáncer en los órganos internos cuando éste es ya de 4-5 centímetros da la sensación natural de haber llegado tarde. Y, de hecho, se podía y se habría podido llegar antes. Pero es muy difícil. Efectivamente, aquí hay que recordar todas las reservas relativas al hecho de que los síntomas y los trastornos tienen que tener una cierta entidad de duración y evolución para constituir una señal tal que preocupe y ponga en marcha las pruebas de imagen más apropiadas. (EL MIEDO ES MOTIVADO)

Por lo tanto, en general, la reivindicación o el pesar permanece en una zona gris donde es muy difícil atribuirse o atribuir las culpas con certeza.

Hay que preguntarse por qué entonces las directrices internaciones no recomiendan hacer pruebas que permitan el diagnóstico precoz de los tumores. De hecho, estas recomendaciones existen ( EL ABC DE LA PREVENCIÓN), pero atañen solo a pocos tipos de cánceres: colon, mama, útero y pulmón.

En todos los demás casos, la eficacia de las pruebas complejas para el diagnóstico precoz de los tumores se ha estudiado científicamente de manera amplia, pero no ha dado resultados positivos. Contrariamente a la lógica, estas pruebas han producido frecuentemente más problemas y daños que beneficios. De hecho, las pruebas complejas pueden dar resultados dudosos, lamentablemente. Estos conducen a su vez a una serie interminable de otras pruebas hasta llegar también a biopsias inútiles, dolorosas y dañosas.

Por lo que, al estado actual de las cosas, dadas las limitaciones de las pruebas a nuestra disposición, no es para nada fácil diagnosticar precozmente la mayoría de los cánceres.

Si fuera posible, habríamos resuelto el problema del cáncer en la mayoría de los casos.

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